1. Entiende los tres tipos de rayos:
2. Usa protector solar. Pero fíjate que la cantidad sea la adecuada (dos gotitas no sirven de nada). Se recomienda aproximadamente unos 20 ml lo que equivale a un vaso de tamaño tequilero para esparcirlo en todo el cuerpo.
3. Aplica el protector solar cada 2 horas, después de ese tiempo pierde su efecto. Si te metiste a la alberca, al salir tienes que volver a aplicarlo; aunque no hayan pasado 2 horas y aunque diga que es a prueba de agua.
4. Escoge un protector solar de acuerdo a tu tipo de piel; en el mercado existe una amplia gama de productos que se ajustan a las necesidades y característica de las personas.
5. Recuerda consumir líquidos que ayuden a hidratar el cuerpo y compensar la pérdida de líquidos por el sol.
6. Procura usar sombreros para cubrir la cara, que es la parte más delicada de la piel.
7. Opta por gafas y sombrillas.
8. Prefiere la ropa de colores claros que le protejan del sol, utiliza tejidos tupidos que no dejen pasar la luz pero permitan el paso del aire, como el algodón.
9. Planea tus actividades al aire libre fuera de las horas de mayor insolación (entre 10 am y 4 pm).
10. Tampoco exageres y te alejes del sol por completo. En su justa medida, el sol permite la síntesis de vitamina D y brinda beneficios en el estado de ánimo.
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