Las autoridades en Italia impidieron este jueves el desembarco de un buque crucero con unas 7.000 personas a bordo, incluyendo la tripulación, por temores de que una pareja de pasajeros chinos estuviera contagiada con el coronavirus que surgió en China hace unas semanas.
Tres doctores y una enfermera abordaron el barco Costa Smeralda, en el puerto de Civitavecchia, ciudad costera al noroeste de Roma, para atender a una mujer de Macao que manifiesta fiebre.
Ella y su esposo -que no presentaba síntomas- fueron aislados y se les practicaron unos análisis que dieron negativo por el coronavirus.
El hecho ocurre tras el anuncio que el brote se ha extendido por todas las regiones de China continental.
Las infecciones también se han propagado en hasta 15 países más.
"Confinamiento solitario"
La línea de cruceros Costa Crociere, que pertenece a la empresa de trasatlánticos Carnival, confirmó que la mujer, de 54 años, "colocada en confinamiento solitario en el hospital de a bordo con su compañero de viaje".
Otros 750 pasajeros más son de China, pero todos parecían estar en buen estado de salud.

El Costa Smeralda había zarpado de Palma de Mallorca (España) en un viaje de una semana por el Mediterráneo. También hizo paradas en Barcelona y Marsella (Francia), según el itinerario.
La pareja en cuestión, embarcó en el puerto de Savona, en Génova, después de llegar en avión a Milán el pasado 25 de enero.
Las pruebas han sido llevadas al hospital Spallanzani, donde se están ya analizando y los resultados definitivos se esperan en las próximas horas, cuando se permitirá bajar a los pasajeros.
El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, expresó que el gobierno "no está preocupado, sino alerta y cauteloso".
Según la agencia EFE, que entrevistó a uno de los pasajeros, dentro de la embarcación se vive una situación de "total normalidad" y los turistas esperan y charlan entre ellos en el recibidor y en los pasillos.