La uva, una estupenda aliada para combatir el envejecimiento.
Desde la época del imperio romano hasta nuestros días, el vino ha sido el producto más emblemático e insigne de las uvas. Sin embargo, esta fruta redondeada proveniente de la planta de la vid reporta beneficios inimaginables para la tersura. “Uno de los favores más notables de las uvas es su función antioxidante y su capacidad para estimular el colágeno, que es el responsable de dar elasticidad a la piel”, explica la cosmetóloga Aminna Salah.
Estas sabrosas frutas ayudan a eliminar del cuerpo los llamados radicales libres, que oxidan las células del organismo y aceleran el proceso de envejecimiento. Además, son ricas en bioflavonoides, vitaminas y sales minerales. Los bioflavonoides son sustancias antioxidantes que ayudan a absorber la vitamina C, lo que a su vez permite a la piel mantener el balance en los niveles de colágeno y al organismo mejorar su respuesta inmune para prevenir enfermedades.
RELAJACIÓN VINO TINTO
Hay diversas maneras de sacarle provecho a esta fruta ideal no sólo para alimentarse bien, sino para embellecer la piel.
Son numerosos los productos cosméticos que incorporan la uva como activo principal debido a las propiedades antioxidantes de los polifenoles, los cuales evitan la degradación de la elastina y de las fibras de colágeno, con lo que contribuyen a mantener la firmeza y elasticidad del cutis. Las uvas son una gran fuente de azúcares, de antioxidantes y de minerales. También poseen un alto contenido en fibra, y en menor medida hierro y sodio, destacando sus propiedades depurativas.
Aparte de poseer uno de los mejores antioxidantes que existen, también tiene grandes propiedades hidratantes para la piel. Para realizar la mascarilla, mezcla dos cápsulas de vitamina E con un par de uvas, aplicar sobre el rostro y dejas reposar durante toda la noche, notarás una piel más tersa, suave y tonificada.
Por si fuera poco, las propiedades relajantes de la uva permiten reducir el estrés mejorando la circulación de la sangre y por ello la oxigenación del cuerpo. Además, tienen propiedades que ayudan a la cicatrización y protección contra las agresiones en la piel, especialmente las provocadas por el sol y la contaminación.
Si al comer uvas tienes la costumbre de quitar las pepitas, deja de hacerlo. Precisamente en ellas es donde se concentra un aceite muy rico en ácidos grasos esenciales con propiedades suavizantes, cuya misión es reforzar la protección de la barrera cutánea. Hasta las semillas resultan ¡un excelente exfoliante para la piel! Por sus propiedades, las pepitas ayudan a activar la producción de colágeno y elastina; además de limpiar la piel conseguiremos por tanto una mayor renovación celular. Si desea elaborar un excelente exfoliante casero; solo debe tomar unas pepitas de uva, machacarlas y añadirles aceite de almendras.
Este fruto de origen mediterráneo, contiene en todas y cada una de sus partes, múltiples beneficios. Su pulpa es una poderosa fuente de activos como la vitamina B3, indispensable para el metabolismo, azúcares, minerales, como el magnesio, calcio, potasio o fósforo; además de oligoelementos, necesarios para el buen funcionamiento del organismo. La uva ha revolucionado el campo de la cosmética, que ha sabido aprovechar sus excelentes propiedades creando efectivos tratamientos antiedad. Hoy en día, de la uva se aprovecha todo, sus hojas, su piel y su pulpa. Existen numerosos productos cosméticos como cremas, lociones y mascarillas, que contienen los principios activos de las uvas. Se utilizan en tratamientos faciales y corporales que previenen el envejecimiento.
 SOLUCIÓN ANTIARRUGAS
Además de sus propiedades hidratantes y humectantes que ayudan a combatir la sequedad de la piel y a reducir las arrugas con su notable efecto lifting, a la uva también se le atribuyen propiedades desinflamantes y antialérgicas. Si cortas por la mitad uvas blancas sin semilla y después te las pasas alrededor de los ojos y la boca, dejándolo secar, antes de aplicarte el maquillaje notarás como ayuda a desvanecer las arrugas.
MASCARILLAS DE UVAS
– Aplastar una uva blanca quitándole las semillas pero no la piel. Extender sobre la cara y dejar actuar por lo menos media hora.
Una vez que hemos quitado su piel y sus semillas, aplastar 5 uvas y añadir 2 cucharaditas de fécula de maíz y 1 cucharadita de avena extra fina; tras obtener una pasta homogénea, procederemos a aplicarla masajeando suavemente el cuello, y el rostro, dejamos actuar 10 minutos y retiramos con abundante agua tibia.
– Para una máscara corporal, procesamos 20 uvas, sin semillas y sin piel, y debemos mezclarla con 1/2 taza de arcilla que se puede adquirir en cualquier casa que venda productos dietéticos o herboristería, y luego procedemos a masajear todo el cuerpo con el preparado, una vez realizado esto, cubrimos con un papel film, dejando actuar 1/2 hora y luego procedemos a enjuagar con abundante agua.
– Para una loción humectante antiedad, procesamos 6 uvas sin piel y sin semillas y las mezclamos con medio pocillo de agua mineral 1 cucharadita de zumo de limón y 1/4 zumo de un kiwi; una vez obtenida la pasta, debemos dejarla descansar unas 3 horas en la nevera y luego aplicar en el rostro y el cuello, dejando actuar 10 minutos, retiramos con abundante agua tibia, y para terminar colocamos la crema facial que utilizamos habitualmente.
VERSÁTIL
Una buena opción para consentirse son los productos de cuidado personal a base de uva que ofrecen algunas marcas y locales comerciales. Además de ser naturales y de sus diversas propiedades (que provienen principalmente de la semilla y de la piel de la fruta), tienen los efectos de la aromaterapia, por su agradable y relajante olor. Algunos son aceites hidratantes, jabones ecológicos, cremas hidratantes, y mascarillas para el rostro.