la columna de Dante Rivas
En pocos días los venezolanos estaremos participando de una gran jornada cívica, de claro e inobjetable perfil democrático,  para elegir Presidente de la República, periodo 2013 - 2019.
Sera un día histórico en donde como el 2 de diciembre de 1998 tendremos dos opciones: un Proyecto opositor,  viejo, del siglo pasado con los mismos ideólogos y soportes financieros extraPatria, y el nuestro, ahora aprobado exitosamente con miles y miles de realizaciones a favor de los sectores mas pobres.
Estoy seguro que será un día de Fiesta en donde cada uno debe asumir su responsabilidad personal y familiar a la hora de usar el arma más poderosa que tiene un ciudadano libre: el voto secreto.
Y esa responsabilidad personalísima debe tomarse pensando en los hijos, la Venezuela que todos anhelamos.
Sin embargo impunemente pululan en el país pesimistas de oficio, personas, a las que les va muy bien económicamente, asustando a las comunidades partir de algo sencillo: ¡MENTIR! Masivamente.
Son sujetos divisionistas. Destructores, que practican éticas egoístas extremadamente materialistas. Siempre a favor de ellos y en contra del Pueblo sistemáticamente.
Han pronosticado todo tipo de desastres, que nunca ocurrieron. Sin embargo persisten y esto se agiganto en las últimas semanas.  
¿Qué hacer? Predicar con el ejemplo. Ser autocríticos. En estos días el propio Presidente ha reconocido falencias gubernamentales que se están corrigiendo.
Recomiendo hacer memoria de lo que eran antes SENIAT, SAIME, INTT y lo que han significado las MISIONES, Mercal, la Universidad Bolivariana. Suena raro oír hablar de educación al adversario cuando nos dejaron un país con más de 2 millones de analfabetos.
Da la sensación que el corre-corre impide asimilar como se esta atendiendo al futuro. La aceleración del tiempo social dificulta su percepción y anticipación. Como jóvenes, debemos considerarlo como un espacio más que interesante de acción. Y allí es donde militamos desde el Estado: Eficacia funcional y enorme pasión por la acción social sin límites. Todo para el que necesita todo.
En la etapa que viene será el turno de desarrollar la interdependencia de las generaciones y la ampliación del contrato social de obligaciones entre contemporáneos hacia nuestros descendientes. Nuestros niños primero.
Hoy renuevo mi compromiso por la más contundente dedicación a lograr el bien común. La Patria lo requiere.
Sigamos juntos. 
¡Nuestro límite es El Cielo!
 Dante Rivas
www.danterivas.org