“Sin moral pública no puede existir la República, ni hay Libertad. Moral y luces son los polos de una República; moral y luces son sus primeras necesidades”, así se expresaba el Padre Libertador en Angostura. Sin duda a partir de tan genial reflexión nació en mí esa pasión por una vida con dignidad y una repugnancia extrema a cualquier acto de corrupción, publica, privada o mixta.
Acompañamos en plenitud al Presidente Nicolás Maduro en este nuevo combate a la corrupción que no termina en la captura del corrupto. Lo más importante es cambiar el sistema que estimula la corrupción como lo es el burocratismo con sus procesos y requisitos engorrosos. Sustituir al corrupto o al ineficiente no es suficiente, se debe hacer toda una revisión de la forma como se vienen gerenciando o administrando las instituciones que atienden directamente tramites de usuarios.
En definitiva una filosofía funcional auténticamente revolucionaria, como lo pedía el comandante Inmortal, sabiendo que es una batalla larga, que requiere hombres y mujeres probos capaces de destruir esa red tenebrosa tejida durante 40 años por mafiosos que se había apoderado del Estado en beneficio propio y desgracia de nosotros los ciudadanos de a pie.
Ese método se basa en algo clave: “El usuario siempre tiene razón”. Como ya lo hicimos en el SAIME y el INTT, en donde eliminamos cuevas de corrupción indescriptibles, aplicamos  tecnología e implementamos  buenas practicas que nos permiten tener tramites con procesos más cortos, más rápidos, más seguros y menos gravosos.
Mientras más difícil se diseñe un trámite más se potencia la corrupción. Por eso nuestra solución fue sencilla y punzante: hacer todo lo más accesible y más fácil para el usuario. Y eso si golpeo duro a la corrupción. Elimino de raíz a los gestores corruptores.
Como siempre actuamos con justicia y firmeza. Desenmascaramos a los corruptos, en flagrancia, que son sancionados como marca la Ley, y se establece  un mensaje a todos los trabajadores del destino que tendrán de incurrir en error de ese tipo.
Seguimos desarrollando la Cultura del Trabajo Feliz que motiva e involucra a los trabajadores en el saneamiento de la organización con resultados positivos que el público siempre remarca.
Súmense a la batalla por la dignidad y derrotaremos a la corrupción.
! Los honestos somos muchos más que los inmorales!
Un abrazo

Dante Rivas