Con 13 entrenamientos a cuestas, con conocimiento de causa, hay motivos para comparar al coso de Guatamare con el Digital Domain Park de Port St. Lucie o con el mismo estadio de Disney, donde practican los Bravos de Atlanta. Claro, ninguno de ellos tiene palmeras en el bullpen, al fondo del jardín central. Quisieran ellos contar con esos árboles todo el año.
Quizá haya llegado el momento de que te pongas pantalones largos. Querida isla, ya no estás para eventos subregionales, aunque sería buenísimo que te declararan sede permanente en Venezuela para la Serie del Caribe, pero otros deben comer y eso parece poco factible. Lo tuyo es el Clásico Mundial. Subir a otro nivel. Puedes albergar un verdadero evento internacional. Tienes cómo hacerlo. Si aprueban la moción solo habrá que hacerte un buen estacionamiento. Eso es cuestión de coser y cantar.
Adiós Margarita, adiós Guatamare. Ahora la tarea es ayudar a que los Bravos sean el mejor equipo de la Lvbp porque tienen el mejor estadio del país, pero de lejos. Si ellos trabajan así en una final, si brindan todas las comodidades como lo hicieron ahora, serán por siempre los campeones sentimentales.
No creo que debas preocuparte, Perla del Caribe. La nueva gerencia es muy eficiente, tan efectiva como este comité organizador de la Serie del Caribe. Ellos han visto donde están las fallas y las quieren corregir. Quizá en uno o dos años estaremos aquí viendo la coronación de los Bravos, o al menos disputando la final, a casa llena, con las entrañas del Nueva Esparta a reventar.
Chao, Margarita. Jamás podremos olvidar esta Serie del Caribe, porque fue única. Todo lo hiciste bien. Todo. Sin puntos negros, sin matices. Gracias por todo.
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