Un equipo internacional de investigadores analizó la variedad de especies, su combinación y otros factores, para medir el impacto de la degradación causada por la acción humana en esos bosques originales, también conocidos como vírgenes o de crecimiento antiguo.
"Estos bosques han existido durante mucho, mucho tiempo y por eso han alcanzado la mayor diversidad en estructura y composición y por tanto la más alta complejidad ecológica", dijo a BBC Mundo uno de los investigadores, Carlos Peres, oriundo de Brasil y actualmente profesor de la Universidad de East Anglia, en Inglaterra.

"Los bosques plantados para madera contienen en general muy pocas especies, de lo que hablamos es de bosques nativos que han existido durante miles de años".

Mil años

Cuando un bosque primario es dañado, si se deja sin interferencia durante el tiempo necesario se regenera hasta cierto punto convirtiéndose en lo que se denomina un bosque secundario, que no debe confundirse con un bosque simplemente plantado para madera.

Durante mucho tiempo se pensó que los bosques secundarios podían ser un complemento importante de los primarios en la protección de la biodiversidad, pero el nuevo estudio prueba que nada sustituye el valor de un bosque primario.

Estos bosques nativos tropicales se encuentran en la Amazonia y en otras regiones de América del Sur y América Central, así como en África y el sureste de Asia, y albergan el mayor número de especies de vertebrados e invertebrados.

"Lo que hicimos fue un análisis global matemático que incluyó 138 estudios de distintos investigadores en diferentes partes del mundo y en cada caso medimos indicadores de biodiversidad, como el número de especies y la combinación de especies, tanto en bosques primarios como secundarios", explicó Peres a BBC Mundo.

Aún considerando trayectorias futuras, "se ha demostrado en algunos casos que aún después de mil años, la combinación y conjunto de especies que existían en un bosque primario nunca se recupera después que fue degradado".