Este martes 14 de mayo, ocurrió una nueva llamarada solar de clase X2,8, actividad de erupción que se registró en la región activa ubicada al extremo oriental del Sol, informó el Centro de Predicción del Clima Espacial de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés). 
La primera explosión solar, de clase X1,7, se registró este lunes 13 de mayo, lo que causó apagones en la República Popular China, en Australia y Estados Unidos.
Erupciones como estas, de clase X, es decir tan potentes, no se registraban en el sol desde octubre del año 2012, cuando los rayos X alcanzaron la clase X1,8.
Los destellos solares se dividen en cinco clases (A, B, C, M y X) en función de la potencia de la radiación de los rayos X. La clase más baja es A0,0, que corresponde a la potencia de radiación en la órbita de la Tierra de 10 nanovatios por metro cuadrado. Cada clase tiene una potencia diez veces superior a la anterior, refiere a la agencia rusa Ria Novosti (RT, por sus siglas en inglés) un representante del Instituto de Geofísica Aplicada de ese país.
Las explosiones de clase X son las más fuertes, por lo que pueden causar pérdidas de radio en todo el planeta, tormentas radioactivas de larga duración, que además, pueden afectar a los seres vivos, el clima, las telecomunicaciones, los satélites y el suministro de energía eléctrica en la Tierra.
Las erupciones solares también pueden estar acompañadas de emisiones de plasma solar. En caso de ocurrir esto, la nube de plasma alcanzaría la Tierra y se produciría una tormenta magnética.
"La situación de la fuente del destello que se ha producido hoy no es geoefectiva; si las partículas cargadas, expulsadas durante la explosión, no se dirigen hacia la Tierra, es muy poco probable que se dé una tormenta magnética", explicó el director del Centro de Pronósticos del Clima Espacial del Instituto de Magnetismo Terrestre, Ionosfera y Propagación de Ondas de Radio, situada en Rusia, Serguéi Gaidash.
El sol pasa por ciclos regulares de actividad, y cada 11 años, aproximadamente, se producen inflexiones en las que suelen producirse erupciones solares, lo que puede alterar el campo magnético de la Tierra.