Cerca de 17.000 datos de usuarios de Facebook y Microsoft fueron "vigilados" por el gobierno estadounidense en la segunda mitad de 2012.
Así lo revelaron ambas compañías después de que Washington les permitiera a las empresas publicar por primera vez parte de los datos sobre su programa secreto de vigilancia en internet, conocido como PRISM.
Según se dio a conocer, el programa otorgaba a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) "acceso directo" a los servidores de las principales compañías de internet, incluidas Facebook, Google, Yahoo, Apple y Microsoft.
Las empresas negaron las acusaciones. Subrayaron que no habían otorgado dicho acceso, pero que sí habían cumplido con las solicitudes legales.
El revuelo que causó la revelación, no sólo en Estados Unidos sino en el resto de mundo, provocó que las principales empresas de internet, en un esfuerzo por calmar la indignación de sus usuarios, presionaran públicamente al gobierno para que les permitiera publicar los detalles de las órdenes que recibieron.

Números "colectivos"

Finalmente Washington cedió este viernes, pero sólo permitió a las compañías publicar los números "colectivamente", es decir, agrupados con todas las solicitudes hechas tanto por gobiernos estatales y locales, como solicitudes vinculadas a casos criminales.
Se informó que algunas de esas solicitudes formaban parte de investigaciones sobre terrorismo, pero otras iincluían a autoridades locales y federales.
Los datos "colectivos" indican que Facebook recibió entre 9.000 y 10.000 solicitudes de entidades gubernamentales sobre datos de usuarios en la segunda mitad de 2012.
Según la red social los pedidos estaban vinculados a entre 18.000 y 19.000 cuentas y cubrían asuntos que incluían desde delitos locales hasta seguridad nacional.
Por su parte Microsoft indicó que recibió emtre 6.000 y 7.000 solicitudes de datos de entre 31.000 y 32.000 cuentas.
Con estos datos, sin embargo, es difícil deducir la información precisa sobre las solicitudes que presentó la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) sobre su programa secreto PRISM.
Las solicitudes del PRISM fueron presentadas bajo la llamada Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA), cuyas órdenes prohiben que las compañías hablen públicamente sobre las solicitudes para revelar datos de usuarios.
Pero la información, que después se supo fue filtrada por un exempleado de la CIA, sugería que el programa de vigilancia es mucho más grande de lo que se dio a conocer.