El experto Jim Rickards asegura que un colapso económico a nivel mundial es inminente y la fecha está más cerca que nunca, pues será el próximo 2 de mayo cuando inicie “la época más oscura en la historia económica”.

De acuerdo con el portal de la editorial Agora, que publicó el libro de Rickards La Gran Caída: Cómo hacer crecer su riqueza durante el colapso que se aproxima, esta crisis provocará millones de pérdidas de empleos, fondos de retiro y créditos hipotecarios.

El ex asesor de amenazas financieras de la CIA aseguró: “Cada 40 años aproximadamente se produce una caída del sistema monetario mundial. La última vez que esto ocurrió fue en 1971, por lo que ya llevamos 6 años de retraso”.




En el libro, que se ha convertido en uno de los más vendidos en todo el mundo y ha sido traducido en ocho idiomas, Rickards detalla puntualmente cómo ocurrirá la crisis económica y cuáles son las divisas que se verán más afectadas.

Sin embargo, para el autor existen planes que permitirán sobrevivir al colapso: “Como en todas las crisis habrá ganadores y perdedores. Lo que de verdad importa es posicionarse en el lado de los que ganan dinero”.
La CIA se habría preparado después de los ataques del 11 de septiembre para una crisis económica, por lo que esta fecha no habría sido una sorpresa, según medios como Grupo Fórmula.


Un colapso económico significa el desmoronamiento de la economía nacional. Se puede caracterizar por una desaceleración a largo plazo de la actividad económica, el aumento de la pobreza y la alteración del orden social (incluyendo protestas, huelgas y, posiblemente, violencia).[1] En algunos casos, este colapso puede parecerse a una recesión profunda, pero sin una alteración significativa en el funcionamiento de la sociedad (aunque con una mayor pobreza). Sin embargo, puede ser mucho peor. Debes prepararte para lo peor y adaptar tus acciones a la gravedad real del colapso. Puedes prepararte para el colapso económico tomando la prevención financiera, abasteciéndote de productos esenciales y monitoreando los indicadores económicos.


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Preparar tus finanzas

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    Empieza un fondo de emergencia. Si vives de tu sueldo y pierdes el trabajo durante un colapso económico, corres el riesgo de perder tu casa y de vivir en la pobreza. No será fácil encontrar otro trabajo y sustituir tus ingresos. Tu meta debe ser ahorrar lo suficiente para cubrir seis meses de gastos con tu fondo de emergencia.[2]
    • Si tratas de salir de las deudas, ahorra un fondo de emergencia de $1 000 y luego usa tu ingreso adicional para pagar tus deudas. Una vez que tus deudas estén pagadas, puedes destinar más dinero a tu fondo de emergencia.[3]
    • Mantén tu fondo de emergencia separado de tu cuenta corriente para que no te sientas tentado a gastar ese dinero. Ponlo en una cuenta de bajo riesgo con intereses, como una cuenta de ahorros, una cuenta del mercado de dinero o un certificado de depósito (CD).[4]
    • Por otro lado, un colapso económico total no te permitirá acceder a tu cuenta bancaria, debido a la caída del sistema financiero. Además, tu dinero puede volverse inservible o extremadamente devaluado. Considera almacenar otras materias primas con los que podrías hacer intercambios en un colapso económico, como el alcohol, los metales preciosos (el oro y la plata) y el combustible.
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    Ten efectivo a la mano. Dependiendo de dónde lo tengas, el dinero de tu fondo de emergencia puede ser difícil de liquidar. Por ejemplo, los bonos se deben vender y el retiro anticipado de otras inversiones (como los CD) puede generar costos. Además, si tienes una cuenta de ahorros en un banco en línea, en vez de en una institución concreta, puedes demorarte varios días en retirar tu dinero. Es importante tener efectivo al que puedas acceder fácilmente, ya sea de una cuenta de ahorros o de una caja en casa. Este efectivo puede sacarte del apuro en caso de emergencia hasta que puedas acceder al dinero de tu fondo de emergencia.[5]
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    Genera una fuente adicional de ingresos. Empieza un negocio casero como una segunda fuente de ingresos. Si pierdes tu trabajo debido a un colapso económico, puede ser difícil o incluso imposible encontrar otro trabajo. Tener una fuente alternativa de ingresos puede ayudarte a conservar tu casa y evitar la pobreza.[6] Escoge una idea de negocio basándote en las habilidades que tengas y en las cosas que disfrutas hacer. Además, piensa en cuán probable es que las personas necesiten estos servicios durante un colapso económico. Las personas pueden requerir artículos de primera necesidad, como agua limpia o alimentos, más de lo que puedan requerir de un decorador de interiores.[7]
    • Provee servicios a las personas en sus casas (como la limpieza del hogar, la organización del hogar, la preparación de comidas o la decoración de interiores).[8]
    • Vende bienes que tú produzcas (como productos horneados, ropa a la medida o joyas).[9]
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    Paga tus deudas. En un colapso económico, muchas personas perderán sus trabajos y sus casas. Para prepararte para esta posibilidad, debes hacer un plan para pagar tus deudas lo más rápido posible. De esta manera, si pierdes tu trabajo, no tendrás que preocuparte de encontrar una manera de pagar estas deudas. La peor clase de deuda es la de la tarjeta de crédito. Esto se debe a que las tasas altas de interés que tiene el saldo deudor en una tarjeta de crédito puede costar mucho dinero.[10]
    • Crea un presupuesto para registrar tus ingresos y tus gastos. Haz un plan para tener un excedente de dinero sobrante a fin de mes para pagar tus deudas. Esto significa reducir tus gastos y posiblemente encontrar un trabajo adicional para complementar tus ingresos.[11]
    • Organiza tus deudas a fin de que puedas hacer un plan para pagarlas. Puedes escoger entre algunos métodos para planear cómo pagar tus deudas. Cualquier método que elijas, es importante que te ciñas a él.[12]
    • Un método es para ordenar tus deudas de la más pequeña a la más grande (sin importar la tasa de interés) y pagar primero las deudas más pequeñas. Este método te ayuda a acumular fuerza.[13]
    • Otro método es el escalamiento, lo que significa pagar primero las deudas con las tasas más altas de interés. Este método tiene más sentido matemáticamente, ya que reduce la cantidad de gastos de intereses que pagas en el largo plazo.[14]
    • Dicho esto, en un colapso económico verdadero, tus acreedores probablemente tendrán otras cosas de qué preocuparse además de encontrarte y cobrar tus deudas. Además, la moneda puede estar muy devaluada o completamente inservible, lo que significa que la cantidad indicada en el saldo de tu deuda estará igualmente disminuida o desvalorizada.

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Almacenar artículos de primera necesidad

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    Almacena agua de emergencia. En el caso de un colapso económico, es posible que se interrumpa tu suministro de energía y de agua o que no puedas pagar por estos servicios. Necesitarás un suministro de agua limpia para beber, para cocinar y para la higiene. Puedes comprar botellas de agua o almacenar agua en tus propios contenedores. Si te quedaste sin agua, puedes tomar medidas para desinfectar el agua contaminada.[15]
    • Almacena al menos cuatro litros (un galón) de agua por persona para un mínimo de tres días o para un máximo de dos semanas. No te olvides incluir a las mascotas en esta ecuación.
    • Si almacenas agua en tus propios contenedores, lávalos primero con jabón para vajilla y agua y desinféctalos con una solución de una cucharadita de lejía líquida en un cuarto de agua.
    • Para hacer que el agua sea segura, puedes hervirla y filtrarla a través de un paño limpio, de una toalla de papel o de un filtro de café.[16]
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    Almacena alimentos. La clase de alimentos que almacenas para una emergencia es diferente de la que compras cada semana. Debes comprar alimentos que no sean perecederos, que no necesiten refrigeración y que te provean la nutrición que necesites para sobrevivir. Pueden ser muy diferentes a los alimentos a los que estás acostumbrado a comer, pero estarás contento de tenerlos si alguna vez los necesitas.[17]
    • Compra alimentos que no necesiten guardarse en la refrigeradora o en la congeladora para que no tengas que preocuparte por los cortes de energía. Estos alimentos incluyen los productos enlatados, la mantequilla de cacahuate y la carne seca de res o de pavo.
    • Incluye alimentos altamente nutritivos que sean fáciles de almacenar (como alimentos secos, nueces, frijoles, carne y verduras enlatadas y leche en polvo).
    • En el caso de los alimentos reconfortantes, evita los bocadillos que expiren rápidamente. En vez de eso, almacena espagueti y salsa de espagueti, sopas, azúcar y miel para conserva y repostería, fruta seca, café, té y caramelos duros.
    • Si es necesario, almacena comida de bebé y fórmula.
    • No te olvides de incluir alimento para mascotas, si las tienes.
    • Ten un abrelatas manual para tus alimentos almacenados.
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    Empieza un jardín. Un jardín te permite tener continuamente alimentos frescos y nutritivos para complementar tu suministro de alimentos de emergencia. Además, en una crisis económica el costo de la vida puede desbocarse. Tener un jardín te ayudará a ahorrar dinero en tu cuenta de comestibles. También te permitirá ser autosuficiente ante la escasez de alimentos como resultado del colapso económico.[18]
    • Si no tienes mucho espacio, considera empezar un jardín de maceteros.
    • Si no tienes una buena tierra, compra humus o tierra vegetal. Añade musgo de turba, compost de estiércol y fertilizantes de plantas.
    • Escoge verduras y hierbas que sean fáciles de cultivar, incluyendo frijoles, guisantes, zanahorias, verduras verdes (como la lechuga), col, espinaca, col rizada, papas, camotes, calabacín, tomates, brócoli, bayas y melones.[19]
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    Crea un kit de primeros auxilios. Esta es una colección de artículos para el hogar que quizás necesites en una emergencia. En caso de un colapso económico, quizás no puedas comprar estos suministros, así que es importante tenerlos a la mano. Mantén tus suministros en un contenedor que sea sencillo de cargar en caso de que tengas que evacuar por alguna razón.[20][21]
    • Incluye un juego adicional de llaves de coche, unas mantas, unas cerillas, una herramienta multiuso, unos mapas del área, una linterna, una radio a manivela o a baterías, unas baterías adicionales, un teléfono celular y un cargador.
    • Ten un poco de blanqueador líquido de uso doméstico a la mano para desinfectar.
    • Haz copias de todos los documentos importantes, como prueba de dirección, de alquiler, de pasaportes, de certificados de nacimientos y de pólizas de seguro.
    • Ten una lista de números telefónicos de familiares y de emergencia.
    • Incluye suministros para bebés (como comida de bebé, fórmula, pañales y biberones).
    • No te olvides de los suministros para mascotas (como alimento, collares, correas y tazones de comida).
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    Reúne suministros de primeros auxilios y médicos. Puedes comprar un botiquín de primeros auxilios o reunir los suministros por tu cuenta. De cualquier manera, asegúrate de que tengas todos los suministros necesarios. Incluye artículos personales (como medicamentos para ti y para tus familiares). Revisa el botiquín regularmente para asegurarte de que nadie haya usado ninguno de los suministros. Además, revisa las fechas de vencimiento y sustituye los artículos que hayan expirado.[22]
    • Lleva un manual de primeros auxilios en tu botiquín de primeros auxilios.
    • Incluye apósitos y vendajes, como vendajes adhesivos de varios tamaños, gasas esterilizadas y rollos de gasa, cinta adhesiva, vendas elásticas y bolas de algodón esterilizadas.[23][24]
    • Añade equipo y otros suministros, como guantes de látex o de cualquier otro material, compresas frías instantáneas, termómetro, imperdibles para sujetar las férulas o los vendajes, pinzas, tijeras y desinfectante de manos.
    • Ten medicamentos para los cortes y las lesiones, como una solución antiséptica (como el peróxido de hidrógeno), un ungüento antibiótico, una loción de calamina para las picaduras o la hiedra venenosa, una crema de hidrocortisona para la comezón y una solución de lavado ocular.
    • Si es necesario, incluye una solución para lentes de contacto.
    • Otros medicamentos que debes tener incluyen los medicamentos para el dolor y la fiebre, como la aspirina, el acetaminofeno, el ibuprofeno, los antihistamínicos para las alergias, los descongestionantes para los resfríos, el medicamento contra las náuseas, el medicamento contra la diarrea, los antiácidos y los laxantes.

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Preservar los alimentos

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    Preserva la carne y el pescado. En un colapso económico, las tiendas de alimentos se pueden reducir peligrosamente. Si vas a almacenar carne y pescado con anticipación, tendrás que saber cómo curarlos. Esta operación te permitirá mantenerlos frescos y comestibles por mucho más tiempo. Además, se pueden almacenar a temperatura ambiente. Esto será útil en el caso de un corte de energía.[25]
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    Cura la carne con sal. Curar la carne con sal significa usar la sal para matar los microbios que puedan arruinarla. Por cada 45 kilos (100 libras) de carne, necesitas 3,5 kilos (8 libras) de sal, 2 onzas de salitre y 1,4 kilos (3 libras) de azúcar. Aplica la mezcla directamente a la carne. Para el tocino, permite que la carne se cure 7 días por cada 2,5 centímetros (1 pulgada) de espesor. Para el jamón, deja la mezcla actuar un día y medio por cada 0,45 kilos (1 libra). Después de curar la carne, quita la sal con agua y deja que se seque.
    • Si se espera que suba la temperatura exterior por encima de los 4,5° C (40° F), tendrás que permitir que la carne se cure en una cámara frigorífica.
    • Si la temperatura exterior es bajo cero, deja que la carne se cure un día más.
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    Cura la carne con humo. El ahumado con madera no solo añade más sabor, sino que también protege a la carne de las plagas y de la descomposición. El ahumado en frío ahúma la carne sin cocinarla. Cuelga la carne en un ahumador, enciende el fuego y deja que la carne se ahúme por 10 a 20 horas. Puedes comprar un ahumador ya hecho o puedes construir uno.[26]
    • Usa maderas aromáticas para dar sabor, como el nogal americano, el mezquite, la manzana, la cereza, la pera o el arándano manzana.
    • Las maderas que debes evitar incluyen todas las coníferas, el mirto, el almez, el sicomoro y el acebo.
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    Acecina la carne. Para acecinar la carne, puedes usar un deshidratador comprado en una tienda. Sin embargo, si no tienes uno de esos, puedes hacerlo en tu horno cocinando la carne a baja temperatura por varias horas. Escoge un corte de carne económico, como el pecho. Quita la grasa y corta tiras delgadas en sentido contrario. Sazona la carne con sal y pimienta y, si deseas, marínala por la noche con salsa de barbacoa diluida. Arregla las tiras en una parrilla de cocción y ponlas en el horno a 77° C (170° F) de dos a seis horas.[27]
    • Cubre el horno con papel de aluminio para poder limpiarlo fácilmente.
    • Levanta la puerta del horno con una cuchara de madera para dejar circular el aire.
    • Congela parcialmente la carne antes de cortarla para que sea más fácil de cortar.
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    Enlata las frutas y las verduras. Enlatar implica calentar la comida en un frasco de vidrio para eliminar el aire y prevenir la descomposición. Escoge entre estos dos métodos para enlatar alimentos: el baño de agua y el enlatado a presión. El método que elijas depende del tipo de alimentos que quieras enlatar. Enlatar en baño de agua sirve para las mermeladas, las jaleas y los alimentos ácidos, como los tomates, las bayas o los pepinos en vinagre. Para garantizar la seguridad, siempre usa recetas comprobadas.[28][29]
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    Enlata los alimentos usando el método del baño de agua. Reúne una olla grande con una tapa, un anaquel que quepa en la olla, unos frascos de vidrio para conservas, unas tapas, unas franjas y un elevador de frascos. Fíjate que los frascos no tengan marcas ni rasguños que puedan impedir el enlatado correcto y fomentar la descomposición. Calienta los frascos en una olla de agua hirviendo o en el lavaplatos. Prepara tu receta y llena los frascos calientes con la comida. Coloca las tapas en los frascos y sumérgelos en el agua hirviendo. Asegúrate de que el agua cubra los frascos de 2,5 a 5 centímetros (1 a 2 pulgadas) por encima de las tapas. Déjalos en el agua por la cantidad de tiempo que indica la receta. Quita los frascos con el elevador de frascos y deja que se asienten por 12 a 24 horas.[30]
    • Las tapas no deben doblarse ni hacia arriba ni hacia abajo al presionarlas. Si se doblan o si puedes quitar la tapa fácilmente, entonces el frasco no se ha sellado apropiadamente.
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    Enlata los alimentos con el enlatado a presión. Necesitarás un envasador a presión comprado en tienda. Como con el método del baño de agua, comprueba que los frascos no tengan marcas ni rasguños y caliéntalos en agua hirviendo o en el lavaplatos. Prepara los alimentos según tu receta y llena los frascos calientes con los alimentos. Coloca los frascos en el envasador y asegúralo. Deja salir el vapor en conformidad a las instrucciones del fabricante. Procesa los frascos según los kilos de presión que se indican en tu receta. Haz ajustes por la altitud. Cuando hayas terminado, quita los frascos, permite que se asienten por 12 o 24 horas y revisa los sellos.[31]

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Asegurar tu casa

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    Escoge tu tipo de refugio. Un refugio independiente es un edificio separado que está diseñado para resistir los desastres naturales o las armas o ataques hechos por el hombre. Un refugio interno es una habitación dentro de tu casa que ha sido diseñada para protegerte de los elementos o de otros peligros. En un colapso económico, los sistemas de energía pueden fallar y los saqueadores y los hurgadores pueden atentar contra tu hogar. Toma precauciones para protegerte.[32]
  2. 2
    Crea dos fuentes de electricidad. Una fuente puede ser la solar. Conéctala a tu casa y luego haz funcionar el sistema discretamente bajo tierra. La segunda fuente puede ser un generador subterráneo. Puedes usar esta fuente en el caso de que haya una pérdida total de energía. Mantén tus fuentes de energía escondidas bajo tierra para protegerlas.[33]
  3. 3
    Escoge el tamaño de tu refugio. El tamaño de tu refugio depende de cuántas personas necesites proteger y el tamaño de tu almacén de alimentos. Un adulto requiere de 10 vasos de agua y 1 200 calorías al día. Además, cada adulto requiere de 0,28 metros cúbicos (10 pies cúbicos) de atmósfera natural para tener el aire necesario para respirar, así que necesitarás un sistema de aire que permita la filtración y el ingreso de aire. Si planeas permanecer en un refugio por un periodo largo, invierte para hacerlo lo suficientemente grande y cómodo para todos. Si solo estarás en él por un plazo corto, no necesitas hacerlo muy cómodo.[34]
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    Mantén en secreto la ubicación de tu refugio. Protégete de las personas que no se prepararon y que quieren tomar lo que tienes. No dejes que tus vecinos te vean haciendo el refugio. Puedes escoger una ubicación remota, pero puede ser difícil acceder a ella posteriormente. Si escoges hacer una habitación segura en tu casa, crea una entrada secreta en el interior de tu casa. De esta manera, los demás no sabrán la ubicación de tu refugio.[35]
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    Compra herramientas de autodefensa. Las herramientas de autodefensa son generalmente no letales. Se usan para repeler a un atacante dejando sin efectividad al ataque. Puedes usar objetos cotidianos, como un bate de béisbol o unas llaves. Sin embargo, estos objetos pueden no ser tan efectivos como las herramientas diseñadas para tu protección.[36]
    • Puedes rociar el gas Mace o el aerosol de pimienta a la cara del atacante para darte tiempo de escapar.
    • Las pistolas paralizantes portátiles ofrecen una gran descarga eléctrica que aturde al atacante.
    • Las armas de electrochoques disparan dos sondas pequeñas que transmiten una descarga eléctrica al atacante a una distancia de hasta 4,5 metros (15 pies).
    • Las alarmas sónicas crean un ruido fuerte que permite que las demás personas sepan que estás en problemas.
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    Configura un sistema de alarma en tu casa. Los sistemas de seguridad inalámbricos son sencillos y económicos de instalar y mantener. Los sistemas de alarma caseros te notifican si un intruso se aproxima a tu casa. Las cámaras escondidas te permiten ver las áreas internas y externas de tu casa en las que el intruso puede estar. Se pueden instalar alarmas de marcación telefónica en el interior o en el exterior de tu casa para que puedas ponerte en contacto con las autoridades al presionar un botón. Las alarmas para supervisar niños te notifican si tu hijo va más allá de cierto perímetro de tu casa.[37]
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  8. 8
    Reúne las herramientas necesarias. Tener las herramientas adecuadas puede hacer la diferencia entre sobrevivir y no sobrevivir durante cualquier clase de desastre. No solo debes ser capaz de proteger tu casa, sino también de construir cualquier cosa que necesites.
    • Ten una cizalla a la mano para cortar rejas y alambres.
    • Los picos, las palas, las hachas, las motosierras y las sierras de arco te permiten excavar, recolectar y cortar madera.
    • Las cuerdas y los cables son esenciales para ensamblar sistemas simples y complejos de supervivencia.
    • Las lonas son necesarias como cubiertas de tierra o para la impermeabilización.
    • Almacena clavos y madera contrachapada para construir y reparar.
    • Ten bolsas grandes de basura para botar basura.
    • Ten gasolina para usar como combustible o para hacer fuego.
    • Consigue una estufa de propano para cocinar.
    • Ten una caña de pescar para pescar peces.

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Preparar a tu familia

  1. 1
    Asegúrate de que todos sean conscientes de la situación. Para que puedas prepararte para el colapso económico, tendrás que asegurarte de que toda tu familia esté incluida en tus preparaciones. Esto significa informarles de manera honesta qué es lo que está por ocurrir y decirles lo que deben hacer. Asegúrate de que todos tomen la situación seriamente. De lo contrario, no estarán mentalmente preparados en el caso de que el colapso económico ocurra.[39]
  2. 2
    Verifica que cada miembro de la familia esté preparado individualmente. Informa a cada miembro de la familia de las medidas que has tomado para preparar las finanzas, los productos esenciales, los alimentos y el refugio. Instrúyelos para que hagan lo mismo. Asegúrate de que cada miembro de la familia también tenga empacada una bolsa de productos esenciales que puedan tomar si se ven forzados a dejar la casa sin previo aviso. Esta bolsa debe contener suficientes productos esenciales de supervivencia, los cuales deben durar entre 72 horas y una semana.[40]
  3. 3
    Entrena a tu familia en habilidades de supervivencia. Tus familiares inmediatos deben estar conscientes de cómo manejar armas con seguridad, realizar los primeros auxilios básicos, cazar o cultivar la comida y manejar el refugio. Si es que aún no tienen estas habilidades, tómate el tiempo para instruirlos cuidadosamente. Nunca se sabe cuándo puedes depender de ellos.[41]
  4. 4
    Trabaja con otra familia o grupo. Además de tu familia inmediata, considera incluir a otros familiares, a tus vecinos o a un grupo de la comunidad (como un grupo de la iglesia) en tus preparativos. Asegúrate de que estas personas sean confiables y que trabajen por el beneficio del grupo. Estarás más seguro y trabajarás más eficientemente si puedes aumentar el tamaño de tu grupo.[42]

6
Anticipar una crisis financiera

  1. 1
    Supervisa los mercados financieros. Los mercados tranquilos tienden a ascender. Pero si el mercado se agita (es decir, si los precios fluctúan considerablemente),[43]es probable que vaya a descender. No te dejes engañar si el mercado asciende por un día. Los grandes altibajos en los mercados son señales de advertencia de un descenso general.
  2. 2
    Presta atención a los rendimientos de bonos globales a 10 años. Los bonos globales son bonos que se emiten en varios países al mismo tiempo por los gobiernos o por las grandes compañías multinacionales.[44] Cuando los rendimientos de los bonos globales a 10 años caen, es un indicador de que los inversionistas están retirando su dinero para ponerlo en inversiones más seguras. Esto sucedió antes de la crisis financiera del 2008. Una caída significativa en los rendimientos de bonos globales a 10 años significa que los inversionistas creen que se avecina una crisis financiera.[45]
  3. 3
    Presta atención a los precios del petróleo. La fluctuación de los precios del petróleo tiene un impacto macroeconómico. Cuando el precio del petróleo aumenta, el producto interno bruto (PIB) también aumenta. El PIB es una medida cuantitativa de la actividad total de la nación. Si aumenta, entonces el valor de los bienes y servicios también aumenta.[46] Si los periodos de altos precios del petróleo representan buenos tiempos para el mundo, entonces lo opuesto también es cierto. Si los precios del petróleo están en descenso, entonces probablemente el PIB y los mercados financieros también.[47]
  4. 4
    Entiende la relación entre la inflación y el crecimiento económico. El crecimiento económico tiende a conducir a la inflación. A medida que la demanda aumenta, los precios se elevan y el desempleo cae. A medida que el desempleo cae, los salarios aumentan. A medida que los salarios aumentan, las personas gastan más, lo cual conduce a la inflación de los precios. De manera inversa, cuando la actividad económica se reduce, también la inflación. Por tanto, si el precio de los productos y servicios se reduce drásticamente, puede ser una señal de un descenso importante en la economía.[48]
  5. 5
    Supervisa el precio de las materias primas comerciales. Las materias primas comerciales son bienes que se intercambian durante el comercio (como el oro, la madera, la carne de res o el gas natural).[49] Los cambios en los precios de las materias primas afectan la economía de los Estados Unidos y el valor del dólar americano. Un aumento en los precios de las materias primas está relacionado al aumento de la inflación. Un aumento en la inflación se relaciona al crecimiento económico. Sin embargo, si los precios de las materias primas caen, la inflación se reduce, lo cual indica un descenso de la economía.[50]