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LA PLENITUD SEXUAL: el camino hacia la evolución del verdadero amor

Un análisis hecho hace mucho tiempo sobre como alcanzar la plenitud sexual, no cambia en los momentos actuales porque es la veracidad que corresponde a un acto consustancial humano. Las investigaciones ulteriores, y las experiencias de cada persona que se han atrevido a explorar su sexualidad y compartirla, han venido enriqueciendo estas observaciones en beneficio de un mayor goce sexual y comprensión de si mismo, en la medida que logre su autoconocimiento físico y emocional.

Una persona entra en la real conciencia de lo que es como una entidad, en el momento que logra liberarse de toda falsa creencia y estructuras de vida copiadas. Desde que nacemos traemos un sinnúmero de información y traumas que en realidad no nos pertenecen, ya que forma parte de las experiencias de otros, sin embargo, se convierten en una camisa de fuerza que impide explorar el maravilloso universo que habita entre nosotros.

Algunos se atreven y emprenden el viaje fascinante del autodescubrimiento, reconociéndose en principio como hombre o como mujer, allí comienza, la experiencia de reconocerse y reconocer de que manera su cuerpo puede transformarse en una unidad sensorial como la respuesta mas perfecta ante el estímulo sexual.

En el pensamiento se decodifican los estímulos que percibe el cuerpo enviando la información precisa a cada rincón del mismo, convirtiéndose maravillosamente en una entidad erógena dispuesta a compartir y trasladar a la realidad todas esas sensaciones intrínsecas experimentadas, cobrando real sentido cuando se hace compartida esta sensorialidad sexual, con la pareja, tomando como escenario la sincronía, acoplamiento, complementariedad, donde el romance, respeto, y la libertad deberán ser las condiciones en las cuales este intercambio debe darse.

Tu eres una obra maravillosa, perfecta creación de Dios, atrévete a descubrirte!

Para muchas personas hablar de una sexualidad plena es un miedo y un terror, puesto que en su mayoría nunca han vivido una sexualidad o un sexuarte apropiado, desinhibido y libre de tabúes basado en la plataforma del amor genuino.

Hablar de una buena salud sexual no es fácil para los humanos involucionados, superficiales, machistas, feministas, traumados y que no tienen capacidad de profundizar sobre el sexuarte.

El sexuarte es el arte de sexuar entre humanos involucrando el alma, el espíritu, el corazón, la psique, el intelecto, el empirismo vivido, el cuerpo, la química, el erotismo, la sensualidad, la espontaneidad, es como un vaso vació(no se debe ir con expectativas egoistas al sexuarte sino con disposición de entrega total) la naturalidad, todos los sentidos de una manera sublime y usando como plataforma el amor genuino.

Una buena educación sexual es necesaria para poder disfrutar de una sexualidad plena. Gracias a la información y la educación se pueden disminuir las aflicciones e incrementar los conocimientos para descartar tensiones y fomentar actitudes maduras y responsables. Hoy en día, tenemos acceso a información que procede de múltiples fuentes; a pesar de que el ambiente aparece saturado de estímulos que se refieren al sexo y al erotismo como producto de consumo, la desinformación sobre el tema de la sexualidad es evidente y sigue bloqueando el comportamiento y expresión sexual.

Vivir el sexuarte en el amor es una tarea indispensable para lograr una persona realizada y realizadora. La sexualidad es el aspecto de la personalidad que por sí mismo indica la apertura del individuo al otro. De ahí que la educación en el amor sea fundamental para el buen desarrollo y realización de la persona.

Una sexualidad plena implica la apertura de los sentidos y propicia la naturalidad, el erotismo y la sensualidad. Debemos darnos permiso para gozar, tanto en soledad como en pareja. Una mala sexualidad, en cambio, afecta porque genera culpas, resentimientos y distanciamientos. Además, deteriora las relaciones y la autoestima la que a la larga afectará las distintas áreas de la vida.

Una sexualidad sana aporta numerosos beneficios al organismo. Aumenta la autoestima, proporciona estabilidad emocional, mejora las relaciones interpersonales, nos sentimos más queridos y atractivos. Además el estado de relajación que se experimenta después del orgasmo nos produce una agradable sensación de bienestar que nos hace afrontar nuestros problemas y preocupaciones de una manera más optimista, reduciendo considerablemente la ansiedad, el estrés y la tensión acumulada.

Concretamente, en los juegos sexuales preliminares hay un aumento de la secreción de oxitocina que influye en la formación de sentimientos profundos y poderosos. En la unión sexual se liberan endorfinas que causan una sensación de bienestar y durante el orgasmo se libera prolactina, que es antiestrés, y serotonina, que produce una sensación de felicidad completa.

La sexualidad sana relaja y como consecuencia calma los dolores tensionales (cefaleas, calambres menstruales, espasmos del aparato digestivo, dolores musculares y molestias del síndrome premenstrual). Además de la acción euforizante y calmante de las endorfinas y oxitocinas que se liberan tras el orgasmo, incrementan los niveles de corticoides naturales, que tienen propiedades analgésicas.

Los médicos están de acuerdo en que las relaciones de pareja cariñosas y la actividad sexual frecuente favorecen la salud, previniendo enfermedades porque fortalecen el sistema inmunológico, previenen problemas cardiacos y determinados cánceres, reducen la aparición de dolores, aumentan las defensas, combaten la depresión y el estrés, estimulan la memoria, aumentan la autoestima, adelgazan, tonifican la musculatura, y en general rejuvenecen y produce una sensación de bienestar generalizado.

Por todo ello y otros beneficios que todavía no se han comprobado científicamente, podemos concluir que una sexualidad sana es el reflejo de una vida sana y contribuye como terapia antienvejecimiento.