El promedio de consumo en ese país es de 163 litros al año por persona, mientras que en Estados Unidos es de 118.

La investigación fue realizada por Kelly Brownell, director del Centro Rudd para Políticas Alimentarias y Obesidad de la Universidad de Yale, y fue revelada este lunes en una conferencia de prensa.

Una vez conocidos los resultados, asociaciones defensoras del consumidor exigieron al gobierno mexicano que se imponga un impuesto de 20% a las gaseosas, los jugos azucarados y demás bebidas de alto contenido calórico, para reducir el consumo y evitar la obesidad.