imagenCayra Lugo Zamarra

Aún no se sabe a ciencia cierta dónde colisionará el satélite de investigación de la atmósfera superior (UARS) de la Nasa lo que si es cierto es que mañana en horas de la tarde entrará a la atmósfera cien trozos y en su gran mayoría vendrán ardiendo en una llamarada de fuego.

Haciendo un poco de historia, el satélite de observación atmosférica fue lanzado hace 20 años al espacio, a través del trasbordador Discovery y en el 2005 fue desactivado. Desde entonces, el objeto espacial se encuentra como un barco a la deriva, girando alrededor de la Tierra.

El UARS mide diez metros de largo por cuatro y medio de ancho, manteniendo un peso de 6.500 kilogramos. Se maneja la probabilidad entre 22.400.000.000.000 que el satélite no podrá herir a ninguna persona. Sin embargo, los científicos informaron que 26 trozos de material metálicos de mayor peso impactarán en la tierra.

En el portal web Noticias 24.com afirman que todavía la Nasa no ha ofrecido detalles de la situación, “seguramente porque no quiere cometer errores” explicaron.

A pesar de lo anterior, ya se maneja la hipótesis del lugar donde quizás caerán los desechos y aseguran que será en México, aunque hace días en el Cronista Digital indicaron que una de las rutas donde el satélite se hará añicos podría ser Nicaragua, pero aún no existe precisión de la información.

Este mismo portal web, destacó que en las zonas polares Groenlandia (norte) y la Antártida (sur) no impactarán los fragmentos, pero vale mencionar que éstas predicciones pueden cambiar debido a la trayectoria prevista.

De alguna u otra manera, se le notifica al mundo entero que si alguien llegara a encontrarse piezas de dicho satélite se les recomienda mantenerse alejados, no porque posean sustancias tóxicas, sino que producto del impacto, estos pueden contener bordes afilados.