Nueva Zelanda enfrenta la peor catástrofe marítima de su historia luego que encallara un porta-contenedores de bandera liberiana frente a la costa de Tauranga. Miles de litros de combustible fueron vertidos al mar, contaminando un tesoro marino poblado por ballenas y delfines.

El ministro neocelandés de Medio Ambiente, Nick Smith, afirmó ante la prensa que "es la peor catástrofe ecológica-marítima que conoce Nueva Zelanda".

Las condiciones climáticas juegan en contra de las autoridades y voluntarios que intentan minimizar los daños causados por el derrame. La embarcación, de nombre Rena, encalló el pasado miércoles perdiendo 20 toneladas de combustible.

Cuando la embarcación, de nombre Rena, ya había perdido 20 toneladas de fuel-oil desde que encalló el pasado miércoles, entre 130 y 350 toneladas se vertieron al mar en las últimas horas.

Fuente: Graphic News
El casco averiado a nivel de la proa podría partirse y liberar aún 1.700 toneladas de combustible sobre el arrecife Astrolabio, reputado por la riqueza de su fauna y de su flora, a 22 km a la cuadra del puerto de Tauranga.

"Hay cuatro cubas (de combustible) principales en el navío y es una de ellas que tiene un escape", precisó un portavoz de Maritime New Zealand (MNZ), el organismo encargado de la seguridad de las personas y del medio ambiente marítimo.

De una capacidad de 47.000 toneladas, el "Rena", que transportaba unos 2.000 contenedores, encalló el miércoles sobre uno de los arrecifes de la bahía de Plenty en circunstancias aún indeterminadas.

Las operaciones de bombeo, aceleradas durante el fin de semana antes de la tempestad, se efectuaban el martes en condiciones muy difíciles con olas de cinco metros y fuertes vientos.

Unos 250 especialistas de Australia, Gran Bretaña, Holanda y Singapur habían sido movilizados.

Un equipo de 35 especialistas embarcados debió ser evacuado en la mañana, cuando el mercante, sacudido por las olas, se desplazó levemente y comenzó a hacer agua.

"Las condiciones cambian todo el tiempo, las condiciones meteorológicas no son favorables y actúan contra nosotros, por lo que preferimos dar prioridad a la seguridad de las personas", declaró la directora del MNZ, Catherine Taylor.

Paradójicamente, el cambio de posición del navío podría contribuir a estabilizarlo, destacaron los socorristas empeñados en una verdadera carrera contra reloj para impedir una marea negra.

Las napas de combustible habían llegado a la costa el lunes. Bolitas de petróleo del tamaño de un puño fueron encontradas en la playa de Mont Maunganui, un centro turístico de la bahía de Plenty, donde viven en particular ballenas, delfines y aves marinas, provocando la muerte de numerosas especies.

Según Rebecca Bird, Del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés), "las próximas 24-48 horas serán determinantes".

Las pidieron a los habitantes de la región que no se acercasen a las bolitas de fuel porque son tóxicas, pero numerosos particulares apenas equipados recorrían las playas para recoger estas "medusas negras".

AFP