El Ártico continúa experimentando un incremento de la temperatura que está resultando en un deshielo en los meses de verano y una mayor cantidad de vegetación, según advierte en su informe anual una agencia federal de EE.UU., la Administración Atmosférica y Oceánica Nacional.

La temperatura del aire en el Ártico fue 1,5 grados mayor en 2011 que la media de los previos treinta años, según los autores del estudio. Los últimos cinco años han sido los cinco con menores niveles de hielo en verano desde que existen registros.

Como consecuencia de estos cambios, los osos polares y las morsas están perdiendo su hábitat, mientras que el área donde consiguen alimentos las ballenas ha crecido.

La agencia advierte que el Ártico es una especie de refrigerador del planeta, y que el hielo refleja los rayos solares y enfría la temperatura global.

Pero su pérdida y la aparición de mayores áreas de agua oscura supone que esa energía solar es absorbida, contribuyendo a una subida de la temperatura terrestre.