Tortuga verde Foto gentileza WidecastUn grupo armado saqueó una playa en Costa Rica y robó cerca de 1.500 huevos de una de las especies de tortugas más amenazadas del mundo, según informes.

Portando rifles AK 47, los delincuentes llegaron hasta la playa en Moín, en la provincia de Limón, y amordazaron a cuatro voluntarios que protegían los nidos, de acuerdo a la prensa local.

Los bebés estaban a punto de nacer, según los voluntarios. Los huevos eran de tortugas baula, la especie de tortuga marina más grande del mundo, que se encuentra en peligro de extinción.

El robo esta semana es indicio de un fenómeno grave y generalizado, según dijo a BBC Mundo desde Costa Rica Didiher Chacón, director en ese país de la organización de conservación Widecast, que financia parcialmente el proyecto atacado en Moín.

"En al menos el 80% de las playas públicas y en varias áreas protegidas costeras saquean los huevos de tortuga y se matan éstas, especialmente si son tortugas verdes o careyes".

"La situación es muy común en América Central y tal vez las únicas que se salvan son las que son protegidas por funcionarios de policía o guardias dedicados".

Armamento pesado

Los huevos son robados con fines comerciales y no de subsistencia, según el director de Widecast Costa Rica.

En el caso de la tortuga baula (Dermochelys coriacea), "si bien Costa Rica se ha comprometido en tratados internacionales a protegerla, los huevos se venden hervidos abiertamente en las calles, cuando es totalmente prohibido por varias leyes. Pero la impunidad es abierta".

De acuerdo a Chacón un nido puede alcanzar un valor superior a los US$100, por lo que el robo de los 19 nidos en Moín puede reportar más de US$1.900. "Mucha gente roba para financiar la drogadicción y también a veces puede ser una actividad ejecutada por gente que está en el narcotráfico, de ahí el armamento pesado".

Existen además creencias sin base en algunos casos, porque "se considera erróneamente el poder afrodisíaco de los huevos y también su valor alimenticio, cuando no equivale más que a una cucharada de manteca".

Chacón estima que en el caso de la tortuga laúd, de mantenerse la tendencia actual las poblaciones del Caribe "podrían estar en la condición casi irrecuperable que posee la laúd en el Pacífico Oriental actualmente. Esto puede verse exagerado, pero en algunas playas no está naciendo nada lo que socava la base poblacional de la especie".

Organizaciones de conservación creen que es urgente proteger las tortugas tanto en playas públicas como en áreas protegidas, combatiendo el acceso abierto a playas con anidación, fiscalizando fuertemente el comercio en las calles, aplicando la ley en forma estricta, condenando a los infractores y exigiendo mayor responsabilidad a las instituciones del Estado.