Árbol talado Foto gentileza PNUMATras la cocaína y los diamantes, otra industria está atrayendo a las organizaciones criminales.
Hasta el 90% de la tala ilegal en los bosques tropicales puede ser atribuida al crimen organizado, que controla hasta el 30% del comercio global de madera, según un informe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, PNUMA.
El informe, titulado "Carbono Limpio, Negocio Sucio: tala ilegal, blanqueo y fraude fiscal en los bosques tropicales del mundo", señala que durante años las autoridades pensaron que la tala ilegal estaba disminuyendo.
Pero eso se debía a que no estaban mirando en el lugar indicado, señaló el autor principal del estudio, Christian Nelleman.
Los registros de importación y exportación no cuentan toda la verdad, dice Nelleman, porque los criminales se han vuelto más sofisticados en los métodos que utilizan para cubrir sus rastros.
Entre los mecanismos utilizados se encuentran la falsificación de permisos, el hacking de bases de datos, el soborno de funcionarios y el ocultamiento de maderas ilegales en documentos de venta de cultivos.
"Una de las grandes estafas son las operaciones de lavado en las que se busca vender madera ilegal a través de plantaciones".
"En Brasil y en el Sudeste Asiático hay cientos y miles de permisos, por ejemplo, para venta de palma aceitera u otras plantaciones, que sólo existen en el papel, pero producen vastas cantidades de madera por lo que reflejan básicamente operaciones de lavado".
Un informe anterior publicado en abril por la Agencia de Investigaciones Ambientales de Estados Unidos, EIA, titulado "La máquina de lavado" o "The Laundering Machine", señaló que al menos 112 cargamentos ilegales de cedro y caoba con papeles falsos firmados por funcionarios peruanos llegaron a territorio estadounidense entre 2008 y 2010.
Para ayudar a combatir el comercio ilegal, INTERPOL ha establecido un programa piloto llamado Ayuda en el Cumplimiento de la Ley sobre Bosques, Law Enforcement Assistance for Forests, o LEAF por sus siglas en inglés.
"Ahora habrá más énfasis en atrapar a los cabecillas y a las mafias involucradas", señaló Nelleman.

Grupos rebeldes

"Lo que nos ha causado consternación es la magnitud de la madera no controlada", dijo Nelleman.
En 2008, por ejemplo, Indonesia exportó oficialmente 18,6 millones más de metros cúbicos de madera que en el año 2000.
Esta madera adicional provenía supuestamente de plantaciones legales, pero la gran mayoría de los permisos resultaron ser falsos, señala el informe. Simplemente se había talado bosque virgen.
El informe señala que entre US$30.000 y US$100.000 millones se mueven en el comercio ilegal de madera. No sólo se trata de fondos malversados, que dejan de invertirse en desarrollo. La tala ilegal socava los esfuerzos por combatir el cambio climático. El PNUMA recuerda que la desforestación es responsable por cerca del 20% de las emisiones de dióxido de carbono, un porcentaje 50% mayor que las emisiones combinadas de la aviación y el transporte marítimo y terrestre.
Los fondos generados por la venta ilegal de madera han sido usados por el Khmer Rouge de Camboya en el pasado. Y en el presente genera recursos para grupos como el Lord´s Resistance Army en Uganda y milicias en la República Democrática del Congo, dedicadas además a la caza furtiva de elefantes y rinocerontes.
Nelleman señala que las milicias muchas vecen hacen acuerdos con funcionarios para el retiro de retenes y talan bosque para alimentar otro negocio creciente que alcanza unos US$28 millones al año según la ONU, la venta ilegal de carbón.
"Durante una ofensiva, las milicias desplazan a cientos de miles de personas a campamentos. Estos refugiados, para cocinar, necesitan carbón. Así que las milicias, luego de haber forzado a la gente a abandonar sus hogares, cortan el bosque, lo transforman el carbón y luego ganan vendiéndolo a los refugiados. Y distintas milicias, además de algunos militares, cobran impuestos al carbón a lo largo de su transporte hacia los campamentos".