Desde que nacemos, los margariteños sentimos que tenemos una condición diferencial: somos honrosamente insulares. Hijos de esta madre tierra guaiquerí. Descendientes que aquellos bravos lugareños que con piedras e ingenio derrotaron a la última poderosa fuerza invasora imperial española.

Infelizmente el gobierno que concluirá el 16 no ha sabido ni querido defender la insularidad.  No hubo la mas mínima vocación política para abanderar un proceso claro, respaldado por el mismísimo artículo 11 de la Constitución Nacional que establece que: “El espacio insular de la República comprende … las  islas de Margarita, Cubagua y Coche, archipiélago de Los Frailes, isla La Sola, archipiélago de Los Testigos….”

La insularidad es una de las banderas del 16D lideradas por mi amigo Carlos Mata Figueroa. Ya el Presidente dio un paso muy contundente hacia esta filosofía de integración  al crear el Territorio Insular Miranda, con capital en Los Roques.

Es hora de que nos encontremos con los hermanos de Los Roques y otras islas habitadas, muchos son pescadores de origen neoespartano, para cambiar ideas y avanzar sobre esta concepción de insularidad que apunta al corazón de la nación. Para alimentar con recursos preferenciales de todo tipo a poblaciones  desprotegidas, autenticas puntas de lanza en la defensa territorial marítima venezolana.

Luchemos juntos por la insularidad constitucional y obtendremos los beneficios propios de regiones similares, como las Islas Canarias (España) y la Isla de la Tierra del Fuego (Argentina), desfavorecidas por su aislamiento natural y protegidas por regímenes especiales.

Margarita fue tierra amada por Simón Bolívar que la escogió para retornar a la Patria desde Haití y que el 6 de agosto de 1829, firmó en Guayaquil un Decreto creando el Puerto Libre de Margarita bajo un Régimen Especial Tributario en materia de Aduanas. Estableció que “todas las mercaderías, frutos y efectos extranjeros, que no estuviesen prohibidos por las leyes, podían entrar libremente por el Puerto de Pampatar, libres de los derechos de importación establecidos en los demás Puertos de la República.”

Breguemos por nuestros derechos insulares, con una visión integradora, bolivariana que humanice los conceptos capitalistas actuales del Puerto Libre.
Este es otro sueño al alcance de su mano, cuando vote el 16D.
La insularidad es un derecho de todos. Defendámoslo con garra y corazón.
Votemos Arriba y a la izquierda, Carlos Mata Figueroa, gobernador.

Un abrazo
Dante Rivas