Un equipo internacional de cientificos publicó el primer mapa global que identifica dónde se encuentran las poblaciones de tortugas marinas más amenazadas en el mundo.
El estudio, diseñado para orientar los esfuerzos de conservación y publicado en la revista científica online PLoS ONE, evaluó el estado de poblaciones individuales de tortugas marinas, determinando las 11 poblaciones más amenazadas y las 12 más saludables.
Entre las más amenazadas, se encuentran dos poblaciones en el Océano Pacífico Oriental, las tortugas carey (Eretmochelys imbricata), cuyos principales lugares de anidación se encuentran en El Salvador, Nicaragua y Ecuador, y las tortugas laúd (Dermochelys coriacea), que anidan fundamentalmente en México, Nicaragua y Costa Rica.
"Las principales amenazas son el robo de huevos, la pérdida de hábitats y la pesca incidental", dijo a BBC Mundo Alexander Gaos, experto en tortugas de la Universidad Estatal de San Diego y fundador, junto a otros científicos y organizaciones, de la Iniciativa Carey del Pacífico Oriental, ICAPO.
El caso del Pacífico Oriental
Fue sólo recientemente que se resolvió "el misterio de las tortugas carey", que durante décadas no habían sido detectadas en la costa este del Pacífico. Fueron halladas en un hogar sorprendente, estuarios de manglar, en lugar de los arrecifes de coral que habitan en otros puntos del planeta.
"Sólo las encontramos luego de ir puerta por puerta a hablar con los pescadores locales y recolectores ilegales de huevos, para pedirles ayuda en nuestra búsqueda", señaló Gaos. Se estima que sólo quedan 500 hembras adultas anidando en todo el este del Pacífico.
Gaos nació en Estados Unidos de padre español y madre argentina y ha realizado investigación y conservación de tortugas marinas junto a su esposa Ingrid en México, Ecuador y Costa Rica. Actualmente trabaja fundamentalmente en Nicaragua y El Salvador, donde se han identificado los principales sitios de anidación.
Más del 90% de los sitios de anidación de tortugas carey se encuentran en Estero Padre Ramos en Nicaragua y Bahía Jiquilisco en El Salvador. También anidan en otros sitios como Los Cobaños en El Salvador y Machalilla en Ecuador.
En el caso de las tortugas laúd, existen sitios de anidación en Playa Grande, en Costa Rica, y la playa Mexiquillo en México, entre otros.
Venta ilegal de huevos
Para reducir la amenaza a las tortugas marinas, según Gaos, es necesaria una estrategia que incluye tres acciones: proteger los nidos, evitar la degradación de hábitats y combatir la pesca incidental.
"En muchos países de América Latina, la única forma de convencer a quienes venden huevos en forma ilegal es ofrecer incentivos financieros. Hay que tener en cuenta que muchas personas hacen esto para alimentar a sus familias, y al igual que todos nosotros, aunque se sientan mal al robar huevos de un nido lo harán antes que ver a sus familias pasar hambre. Un nido bajo la arena representa para muchos US$30 o US$40 enterrados".
Las campañas de concientización pueden ayudar en algunas comunidades. Otra opción es obligar al cumplimiento de la ley, pero para ello hacen falta personal y recursos financieros.
La protección de hábitats es también compleja. "Hay un gran problema actualmente, con proyectos privados y comerciales (granjas de calamares, hoteles, casas privadas y agricultura) que están destruyendo los principales sitios de anidación. Y la amenaza está aumentando en la Bahía de Jiquilisco en El Salvador y en Estero Padre Ramos, en Nicaragua. Las regulaciones que indican, por ejemplo, construir a cierta distancia de la playa o los manglares, no se están implementando para nada", señaló Gaos.
La reducción de la pesca incidental (cuando tortugas marinas acaban atrapadas en redes destinadas a otras especies) también es un desafío importante, especialmente en el caso de la pesca artesanal. Hay miles de embarcaciones en el Pacífico Oriental y las regulaciones sobre tipo de equipamiento, por ejemplo, pueden afectar la vida y el ingreso de decenas de miles de pescadores y sus familias.