Un grupo de científicos advirtió que el incienso, la resina fragante que se quema en ceremonias religiosas desde hace 5.000 años, podría volverse cada vez más escasa.
El incienso proviene del árbol Boswellia que crece en las tierras secas de África y la penísula arábiga.
Los investigadores que vigilan los sembradíos en Etiopía dicen que los árboles están desapareciendo rápidamente debido a que los más jóvenes están siendo devorados por los animales o están siendo expulsados por otras especies de rápido crecimiento.
Ellos aseguran que el futuro de los árboles estará en peligro si no se protegen cuidadosamente durante unos 10 años las plantas más jóvenes.