Por: Nilda Silva @Nildasilvaf
Los escasos refugios del país están atestados de canes desamparados, sus protectores no se dan abasto y no cejan en su búsqueda de buenas familias para estos animalitos. Pero, en muchas tristes ocasiones, tras la alegría de dar un can en adopción, los reciben de vuelta con las frases “es muy tremendo” o “muy miedoso”, o “no hace caso”.
La posesión de un perro no puede tomarse a la ligera, pues implica la responsabilidad de proveerle salud, alimentación y, sobre todo, calidez familiar. Esta demanda se duplica ante un perro adoptado, pues generalmente viene con el peso del abandono, de un extravío o de la crueldad en la calle, condiciones que lo hacen temeroso y confundido, por lo que debes facilitar su adaptación para irte ganando su confianza.
Desde la página de www.rescatame.com extraemos los siguientes consejos si adoptaste un perro:
1. Ponle una chapa al collar de tu perro con tu teléfono, cuenta de Twitter, correo electrónico u otra vía de contacto, en caso de pérdida es la mejor forma de recuperarlo.
2. Nunca lo sueltes en un paseo a la calle, llévalo siempre con una correa, suelen ser escapistas.
3. Asegúrale un lugar caliente donde pueda dormir y no sea molestado. Esto le proporciona la confianza que tanto necesita.
4. Sigue las instrucciones iniciales de sus protectores, luego cumple la rutina veterinaria de rigor, para garantizarle la salud.
5. Si usas la paciencia para esperar que se adapte y lo tratas con firmeza y cariño, tendrás la infinita gratitud y lealtad de un perro adoptado. Tus alegrías vendrán “por añadidura”.
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